Francia refuerza la normativa sobre PFAS: Proyecto de ley nº 2229
El 20 de febrero de 2025, la Asamblea Nacional francesa presentó el proyecto de ley nº 2229, un avance clave en la normativa sobre PFAS en Francia destinada a reducir la exposición a las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS). Comúnmente denominadas «sustancias químicas para siempre», las PFAS aparecen en muchos productos industriales y de consumo porque resisten el calor, el agua y el aceite. Sin embargo, su persistencia en el medio ambiente y sus posibles riesgos para la salud han suscitado una creciente preocupación. Esta nueva legislación introduce restricciones progresivas al uso, producción y vertido industrial de PFAS en Francia.
Nuevas restricciones para los productos que contienen PFAS
Como parte de los esfuerzos de Francia para reducir las PFAS, el proyecto de ley propone una prohibición gradual de los productos que contienen PFAS para limitar su impacto. A partir del 1 de enero de 2026, se prohibirá la fabricación, importación, exportación y venta de productos específicos que contengan PFAS, entre ellos:
- Cosméticos
- Ceras para esquís
- Textil y calzado, excepto los equipos de protección utilizados en defensa nacional y servicios de emergencia
Para 2030, la prohibición se extenderá a todos los textiles que contengan PFAS, con excepciones para usos esenciales en los que no exista alternativa. Estas excepciones se determinarán por decreto gubernamental.
Control medioambiental más estricto y restricciones industriales
Más allá de las prohibiciones de productos, el proyecto de ley francés sobre PFAS introduce una mayor vigilancia medioambiental y controles más estrictos de los vertidos industriales.
- Las empresas clasificadas como Instalaciones Clasificadas para la Protección del Medio Ambiente (ICPE, por sus siglas en inglés) estarán sujetas a una tasa de 100 euros por cada 100 gramos de PFAS vertidos al agua, con notificación obligatoria para las emisiones que superen los 100 gramos anuales.
- Las autoridades reforzarán los controles del agua sanitaria para vigilar los niveles de contaminación y crearán un mapa público de los lugares emisores de PFAS.
- Las instalaciones industriales deben eliminar por completo los vertidos de PFAS al agua en un plazo de cinco años a partir de la promulgación de la ley.
Consecuencias para las empresas
Las empresas que operan en la fabricación de productos químicos, textiles y cosméticos deben prepararse para una normativa más estricta, mayores obligaciones de notificación y costes de cumplimiento más elevados. La naturaleza progresiva de la prohibición deja tiempo para la adaptación de la industria, pero las empresas deben actuar ahora para evaluar su exposición a los PFAS y desarrollar alternativas sostenibles.
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